No siempre es difícil empezar.
Como en cualquier trabajo, el primer día siempre es lo más difícil, la inseguridad y el nerviosismo en mi persona son un pequeño defecto que he cargado desde que empecé en mi primer trabajo.
Pero una de las mas grandes diferencias fue la adaptación que tuve aquí, en las anteriores empresas en las que estuve, el periodo de adaptación fue aproximadamente de un mes hasta un mes y medio, pero esta vez, fue cuestión de una semana para sentirme cómodo y parte del grupo. ¿Que fue lo que me ayudo para adaptarme mejor? Principalmente fue el equipo de trabajo, el estar con gente de tu misma edad o con gustos similares, hace que los días sean mas divertidos. La buena enseñanza también fue clave, el tener una persona con la experiencia necesaria para explicarme y asesorarme cuando tenía dudas, así fuera la más mínima como el nombre de un mueble o el armado de otro.
No podemos hacer a un lado el propósito y lo llamativo de la idea. Cuando me mencionaron muebles hechos con llantas, en mi cabeza tenia ideas muy retorcidas acerca de cómo podían ser. Cuando llegue el primer día y vi los colores, las formas, los materiales y un montón de diferentes tipos de llantas, se fueron todas esas ideas erróneas y empezaron las preguntas como: ¿Que es esto?, ¿Como se tuvo la idea?, ¡¿ Como voy a hacerlos?!, pero como ya mencione, una buena enseñanza fue suficiente para aprender y responderme todas esas preguntas.
Con ganas de trascender
Continuando con el propósito, desde mi punto de vista, yo puedo decir que AYOK no es solo una empresa que te vende muebles bonitos para tu casa, el propósito principal es hacer consciencia, transformar algo que llamamos deshecho en algo funcional, tener alternativas.
Es claro que una pequeña empresa no puede deshacerse de todas la llantas tiradas en todo el país, pero al menos pone su granito de arena. Recolectamos cierta cantidad de llantas para poderlas usar de diferente manera y así poder contribuir de alguna forma a un problema que venimos arrastrando hasta la actualidad: la contaminación.
¡Y comprometidos a continuar!
Obviamente como toda empresa se tienen altos y bajos, temporadas en las que se tiene mucho trabajo, el que se agradece, pero hay otras veces en los que el trabajo es escaso. Todavía existe gente que no apoya la idea de reutilizar llantas y menos meterlas a su casa como un mueble, cuestionando nuestro trabajo. Pero así, también hay otras personas que apoyan nuestras ideas y las comparten, gente que desde el inicio apostó por este proyecto, gente que se sigue sumando y que hasta la fecha son nuestro soporte.
En el poco tiempo que llevo trabajando en AYOK puedo decir que he aprendido bastante, no solo en el aspecto laboral sino también en el personal, no es sólo hacer muebles por hacer, cada uno de ellos lleva consigo trabajo, esfuerzo y dedicación, y todo eso se refleja al momento en que el cliente nos comparte su experiencia con su AYOK.
